Palacio Presidencial

El Palacio Presidencial cubano fue construido a principios del siglo XX con el objetivo de ser la sede del gobierno provincial de La Habana. Su diseño, concebido bajo las influencias del Eclecticismo, fue realizado por el arquitecto cubano Rodolfo Maruri y el belga Paul Belau, ejecutándose su construcción por la General Contracting Company y su decoración interior por Tiffany Studios. Tres años antes de su inauguración y motivado por la majestuosidad del lugar, el entonces presidente de la república Mario García Menocal decidió traspasar el destino de la instalación a sede del gobierno nacional, quedando inaugurado oficialmente el 31 de enero de 1920.

En su interior podemos encontrar, entre otras ostentaciones, pisos y escaleras revestidas con mármol de Carrara, complementadas con un exquisito mobiliario estilo Luis XV que alcanza su máximo esplendor en el afamado Salón de los Espejos, llamado así por poseer lunas de gran tamaño biseladas y adornadas con finas maderas fileteadas en oro.

En la etapa revolucionaria radicaron en el Palacio la Presidencia y el Consejo de Ministros hasta 1965. En 1974 reabrió sus puertas como Museo de la Revolución, función que conserva hasta los días de hoy, albergando gran parte de la historia de las guerras cubanas lideradas por Fidel Castro. Fue declarado Monumento Nacional el 13 de marzo de 2010.